7 de mayo de 2008

Grass, Dickens, Safran Foer, Faulkner, Ramsland, Haddon.



Hacia los 11 años leí El Tambor de Hojalata. Lo leí completo, fascinada y muy confusa. En él un enfermo mental actúa como narrador de su propia infancia, transcurrida en la Segunda preguerra, Guerra y posguerra Mundial. Dicho narrador superpone capas de memoria imaginativa, y relata desde su voz de niño, interpretando serlo en el acto mismo de relatar.
Este doble punto de vista (enfermo mental/ niño) permite al autor múltiples juegos literarios, y provoca un enganche desconcertante, puesto que a la perspectiva subjetiva de un loco se superpone la infantil, que uno no puede más que aceptar. La articulación de la memoria por parte del narrador es dudosa e incompleta, lo que permite a Günter Grass hablar desde recuerdos que han sido imaginados o cuanto menos, transformados por una percepción carente de los conocimientos adultos. El personaje, como el lenguaje mismo, es maleable y engañoso, pero por otro lado refleja sus respuestas frente a los deseos adultos y las normas sociales. Captamos la época, el escenario, el contexto a través de esa extraña voz. Como demente-fingiéndose-niño el narrador va evolucionando al interiorizar la imagen que recibe de las instituciones, y la entrecruza con toda suerte de información que sitúa al mismo nivel, como por ejemplo la tradición oral. Es una representación de la intrahistoria, un relato evolutivo de cómo la mente comienza a configurarse frente a la otredad hostil.

Un verdadero libro Cabeza de Perro.

En realidad se trata de un recurso frecuente, usado desde por Dickens (Grandes Esperanzas) a Faulkner (El Ruido y la Furia), Safran Foer (Tan Fuerte, Tan Cerca), pasando también por nuestro querido Ramsland (Cabeza de Perro). Un buen ejemplo de este punto de vista de “extrañamiento infantil” sería también el reciente El Curioso Incidente del Perro a Medianoche, de Mark Haddon.
Todos buenos libros, de los que iremos hablando.

4 comentarios:

noventaynueve dijo...

También el guardián entre el centeno, no?

eme dijo...

Es verdad, muy buena ésa. Y en algunos relatos cortos. Salinger usa muchos niños superdotados, como en Fran y Zooey.
El que menos me gusta, de hecho, es El Guardián entre el Centeno, quizá lo leí muy mayor.

noventaynueve dijo...

luis escribano tiene una novelita inédita muy buena -atención editores- (creo que el título exacto era "ahora te he pillado desgraciado") en la que un adolescente-boxeador narra a toda pastilla y hacia delante y atrás sus múlitples o singulares personalidades.

Jontus dijo...

For the first time a novel that made sense to my mind.

Read The 9 Lives of Louis Drax. That's good too.

 
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