Advertencia: voy añadiendo textos hacia abajo en la misma entrada.La verdad es que casi no tengo ganas de escribir. Llego a casa pensando en que quizá luego me ponga a trabajar algo, me ducho y me siento en el cuarto desperdigando las antiguas revistas, buscando aquella en la que se relata la historia de Gibellina. Una ciudad futurista que se construyó en Sicilia tras el terremoto del 68. Una ciudad semidestruida y abandonada, como naves de cemento y teoría. En medio de cultivos y campos, una estructura radial que parece imaginada por Chirico duerme sobre el árido suelo, bajo el cruel sol. La Chiesa Madre, basada en el proyecto de cenotafio para Isaac Newton por Étienne-Louis Boullée. Lo busco en el youtube. Aparece un tipo insoportable corriendo por el laberinto mientras se enfoca con la cámara, pero la canción me gusta. El Teatro Popular de Sciacca, como una mole de figuras geométricas y desnudas, brutales. Hay otro un poco mejor: las imágenes tiemblan y se oye el eco, pero el autor tiene un voz tremendamente irritante. Lo veo de nuevo sin sonido. Utopías retrofuturistas. Naves espaciales, cuerpos celestes de hormigón. Hoy el enfermero me decía que qué manía de ver el mundo nos ha entrado. Conos truncados tirados como juguetes de niños locos en la tierra de dédalo tras creta. Hepatitis a, hepatitis b, fiebre tifoidea, meningitis, tétanos. Colosos muertos, pieles de insecto vacías. También hay un chico subiendo a un banco de metal blanco con un monopatín.
en el post del chiste sobre la rubia que se tiñe de morena, llegué a una especie de solución no cómica, o eso me pareció. Estaba convencido de que tenía que ser Mulholland Drive, aunque no tenía nada de gracia, y luego, cuando descubrí que era IA, dije, claro, eso tiene mucho más sentido, y más gracia. Pero me parece que la dicotomía entre la Cenicienta Ochentena y la teniente Ripley en Armas de Mujer mantiene un cierto paralelismo con la cándida aspirante a actriz, y la amnésica latina (y/o estrella de cine) de Mulholland Drive, salvando las distancias. Además está el delirante peinado de Melanie, como que pide un cambio, el que sea.
Tienes razón. Mientas los movimientos migratorios al extranjero suelen conllevar un agrupamiento de iguales, los movimientos interiores, y esos son los que se dan en España de forma mayoritaria, no hacen otra cosa sino aglutinarse en torno a una idea de progreso. Capitalidad. Cosmopolitismo falso. En realidad, todo pueblerino que viaja a Madrid sigue siendo un provinciano pero tiene que negarlo, disfrzarlo, desvestirlo. Por eso en literatura acabamos en lo tangencial, en las referencias cruzadas porque la vergüenza ha podido con nosotros. Porque no somos capaces de decir, eh! yo soy leonés y traigo las gallinas debajo del brazo. Hemos aprendido a cruzar el Atlántico y a escribir referencias de ambos lados, pero aún no hemos sido capaces de cruzar el Duero o el Tajo y manetener una base en nuestra obra que eleve de dónde venimos en lugar de a dónde queremos llegar.No sé si me explico. Pero lo que estoy diciendo no es otra cosa que el sentimiento de inferioridad tan típico en el sur de Europa para con el centro/norte. Del pueblo para con la ciudad...Besos.
Diego, tiene mucho sentido tu alternativa al chiste, la verdad. Esa peli iba de una morena loca que se imagina cosas como que consigue un papel, ¿no?, que en realidad ha conseguido la rubia, de la que está además está enamorada... y luego la rubia como tiene amnesia sólo tiene la versión distorsionada de la morena.Una peli my interesante, pero, ¿cuál era el peinado de Melanie?, me sale de todo en el google, y el youtube no te digo.
Clifor, llevas razón en lo que dices. Un día, los hijos de inmigrantes escribirán sobre el extrañamiento de ser de otra cultura pero también españoles, como hacen los personajes de Rushdie o de Zadie Smith. Entonces nos anclaremos más en nuestros rasgos de identidad, como hacen Muchachada Nui o The Flight of the Conchords. Es un reto complicado, siempre es más fácil sentir un extrañamiento, una distancia ante lo que escribes.Por otro lado es bastante gracioso que todos estos que somos llamados "periféricos" escribamos sobre Houston, los astronautas, música británica y road movies.
me refería al peinado de Melanie Griffith en Armas de Mujer, por lo de teñirse de morena, y que los 80 fueron acojonantes en esas cosas.un saludo
ahhhh, pero eso es parte de la peli, que empiece de barriobajera chunga como su amiga y se afine, a lo operación triunfo, como determina el sueño americano.luego hay una escena muy chula de melanie en el carísimo probador de la weaver. esta está ausente y mel se va con su amiga a pillarle prestado un vestido para salir con harrison ford, un alto ejecutivo medioliado con la weaver.cogen un elegante modelo de vestido-negro-corto, austero y de no sé qué famoso diseñador, y la amiga le dice:bueno, no está mal, le faltan cositas brillantes, o, ehhh, no sé, tía, como algo colgando, ¿no?
La gran américa... qué farsa.
Gracias mercedes... ha llegado la plaquette a tus manos?
no, no todavía, christian... ¿la mandas tú o la manda señor-sin-corbata?
ya está casi listo lo de parís, texas. he escrito un poema sobre el personaje de la kinsky. a ver si consigo hacerte llegar todo el material que se genere.
gracias, raúl.
Sobre el salmo 137 recuerdo un poema:Hemos puesto la alegría de la ciudadpor encima de una Jerusalén que no existe.Aunque de vez en cuando la lenguase nos pega al paladary olvidamos la mano que escribe;sin embargo son dulces los baños en los ríos de Babiloniay hemos aprendido melodías extranjeras.De los árboles de Central Parkcuelgan las viejas cítaras, sí,ahorcadas.Clarence
hola, clarence, es un honor como siempre tenerte por aquí. recuerdo levemente ese poema, sí, dentro de una pequeña antología veraniega. buen truco de sincronía, de la que yo he sido inconsciente.un abrazo
By the rivers dark, Leonard Cohen:Por la oscuridad de los ríos estuve vagando. Viví mi vida en Babilonia. Y me olvidé de mi santa canción: y no tenía fuerzas en Babilonia. Por la oscuridad de los ríos donde no podía ver quién estaba esperando allí quién estaba persiguiéndome. Y él cortó mi labio y él cortó mi corazón. así que no podía beber de la oscuridad del río. Y él me cubrió, y yo vi dentro de, mi corazón sin ley y mi anillo nupcial. No supe y no podía ver quién estaba esperando allí quién estaba persiguiéndome. Por la oscuridad de los ríos sentí pánico, pertenecí por fin a Babilonia. Entonces él golpeó mi corazón con una fuerza mortal, y dijo, ‘Este corazón: No es tuyo.’ Y él le dio al viento mi anillo nupcial; y nos rodeó con todo. Por la oscuridad de los ríos, en una alba herida, vivo mi vida en Babilonia. Aunque tomé mi canción de una rama marchita, ambos: canción y árbol cantan para él. La verdad no ha sido dicha y la bendición se ha perdido, si olvido mi Babilonia.
hola, me encantaría saber si encontraste la revista que hablaba de Giebllina y si puede ser, qué revista es. Hago la tesis sobre esa ciudad y querría asegurarme de que es una de las que yo tengo...muchas gracias
Citizen K, anneta, un saludo.
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16 comentarios:
en el post del chiste sobre la rubia que se tiñe de morena, llegué a una especie de solución no cómica, o eso me pareció. Estaba convencido de que tenía que ser Mulholland Drive, aunque no tenía nada de gracia, y luego, cuando descubrí que era IA, dije, claro, eso tiene mucho más sentido, y más gracia. Pero me parece que la dicotomía entre la Cenicienta Ochentena y la teniente Ripley en Armas de Mujer mantiene un cierto paralelismo con la cándida aspirante a actriz, y la amnésica latina (y/o estrella de cine) de Mulholland Drive, salvando las distancias. Además está el delirante peinado de Melanie, como que pide un cambio, el que sea.
Tienes razón. Mientas los movimientos migratorios al extranjero suelen conllevar un agrupamiento de iguales, los movimientos interiores, y esos son los que se dan en España de forma mayoritaria, no hacen otra cosa sino aglutinarse en torno a una idea de progreso. Capitalidad. Cosmopolitismo falso. En realidad, todo pueblerino que viaja a Madrid sigue siendo un provinciano pero tiene que negarlo, disfrzarlo, desvestirlo. Por eso en literatura acabamos en lo tangencial, en las referencias cruzadas porque la vergüenza ha podido con nosotros. Porque no somos capaces de decir, eh! yo soy leonés y traigo las gallinas debajo del brazo. Hemos aprendido a cruzar el Atlántico y a escribir referencias de ambos lados, pero aún no hemos sido capaces de cruzar el Duero o el Tajo y manetener una base en nuestra obra que eleve de dónde venimos en lugar de a dónde queremos llegar.
No sé si me explico. Pero lo que estoy diciendo no es otra cosa que el sentimiento de inferioridad tan típico en el sur de Europa para con el centro/norte. Del pueblo para con la ciudad...
Besos.
Diego, tiene mucho sentido tu alternativa al chiste, la verdad. Esa peli iba de una morena loca que se imagina cosas como que consigue un papel, ¿no?, que en realidad ha conseguido la rubia, de la que está además está enamorada... y luego la rubia como tiene amnesia sólo tiene la versión distorsionada de la morena.
Una peli my interesante, pero, ¿cuál era el peinado de Melanie?, me sale de todo en el google, y el youtube no te digo.
Clifor, llevas razón en lo que dices. Un día, los hijos de inmigrantes escribirán sobre el extrañamiento de ser de otra cultura pero también españoles, como hacen los personajes de Rushdie o de Zadie Smith. Entonces nos anclaremos más en nuestros rasgos de identidad, como hacen Muchachada Nui o The Flight of the Conchords. Es un reto complicado, siempre es más fácil sentir un extrañamiento, una distancia ante lo que escribes.
Por otro lado es bastante gracioso que todos estos que somos llamados "periféricos" escribamos sobre Houston, los astronautas, música británica y road movies.
me refería al peinado de Melanie Griffith en Armas de Mujer, por lo de teñirse de morena, y que los 80 fueron acojonantes en esas cosas.
un saludo
ahhhh, pero eso es parte de la peli, que empiece de barriobajera chunga como su amiga y se afine, a lo operación triunfo, como determina el sueño americano.
luego hay una escena muy chula de melanie en el carísimo probador de la weaver. esta está ausente y mel se va con su amiga a pillarle prestado un vestido para salir con harrison ford, un alto ejecutivo medioliado con la weaver.
cogen un elegante modelo de vestido-negro-corto, austero y de no sé qué famoso diseñador, y la amiga le dice:
bueno, no está mal, le faltan cositas brillantes, o, ehhh, no sé, tía, como algo colgando, ¿no?
La gran américa... qué farsa.
Gracias mercedes... ha llegado la plaquette a tus manos?
no, no todavía, christian... ¿la mandas tú o la manda señor-sin-corbata?
ya está casi listo lo de parís, texas. he escrito un poema sobre el personaje de la kinsky. a ver si consigo hacerte llegar todo el material que se genere.
gracias, raúl.
Sobre el salmo 137 recuerdo un poema:
Hemos puesto la alegría de la ciudad
por encima de una Jerusalén que no existe.
Aunque de vez en cuando la lengua
se nos pega al paladar
y olvidamos la mano que escribe;
sin embargo son dulces los baños
en los ríos de Babilonia
y hemos aprendido melodías extranjeras.
De los árboles de Central Park
cuelgan las viejas cítaras, sí,
ahorcadas.
Clarence
hola, clarence, es un honor como siempre tenerte por aquí. recuerdo levemente ese poema, sí, dentro de una pequeña antología veraniega. buen truco de sincronía, de la que yo he sido inconsciente.
un abrazo
By the rivers dark, Leonard Cohen:
Por la oscuridad de los ríos
estuve vagando.
Viví mi vida
en Babilonia.
Y me olvidé
de mi santa canción:
y no tenía fuerzas
en Babilonia.
Por la oscuridad de los ríos
donde no podía ver
quién estaba esperando allí
quién estaba persiguiéndome.
Y él cortó mi labio
y él cortó mi corazón.
así que no podía beber
de la oscuridad del río.
Y él me cubrió,
y yo vi dentro de,
mi corazón sin ley
y mi anillo nupcial.
No supe
y no podía ver
quién estaba esperando allí
quién estaba persiguiéndome.
Por la oscuridad de los ríos
sentí pánico,
pertenecí por fin
a Babilonia.
Entonces él golpeó mi corazón
con una fuerza mortal,
y dijo, ‘Este corazón:
No es tuyo.’
Y él le dio al viento
mi anillo nupcial;
y nos rodeó
con todo.
Por la oscuridad de los ríos,
en una alba herida,
vivo mi vida
en Babilonia.
Aunque tomé mi canción
de una rama marchita,
ambos: canción y árbol
cantan para él.
La verdad no ha sido dicha
y la bendición se ha perdido,
si olvido
mi Babilonia.
hola, me encantaría saber si encontraste la revista que hablaba de Giebllina y si puede ser, qué revista es. Hago la tesis sobre esa ciudad y querría asegurarme de que es una de las que yo tengo...
muchas gracias
Citizen K, anneta, un saludo.
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