Nick Cave and the Bad Seeds, Pabellón Olímpico de Badalona
24 abril, Barcelona
He dormido demasiado. Hemos madrugado para coger el avión desde Barcelona y al llegar a casa me he quedado frita. Regresamos de Barcelona, de ver a Nick Cave presentando su nuevo disco, Dig, Lazarus, Dig!.
Me gusta Nick Cave cuando lo veo. Casi nunca pongo los discos, prefiero los vídeos. En el concierto resultaba violentamente enorme. La voz fue perfecta, la postura también. Un ejército de personas vestidas de negro, en general mayores de treinta, coreaban los temas y le arrancaron varios bises. Las letras de Nick Cave son interesantes, ricas en motivos literarios y populares y a menudo con estructuras de relato oral. Veamos por ejemplo el vídeo de Where the Wild Roses Grow, de 1995. En él Kylie Minogue interpreta a una joven doncella que, llevada al río por aquel a quien ella ha elegido como primera amor, es asesinada. Las imágenes de Kylie en el agua refieren al cuadro del prerrafalita John Everett Millais, Ofelia. A lo largo de la canción ambos Él y Ella, asesino y víctima, relatan de modo formulaico esos tres días de atracción fatal. El relato no concuerda con el de la Ofelia de Hamlet, sino con un tema de mayor calado: el inevitable sacrificio de la amada. Nick Cave, en su papel de asesino, dice en uno de los versos finales: Toda belleza debe morir. De hecho, el título de la canción, La Rosa Salvaje, nos remite a un código literario. La rosa está destinada a marchitarse, representa el pasar del tiempo, la mortalidad de la belleza. Intertextual e intratextualmente (veamos las versiones de este personaje en Lorca, Rimbaud, Cirlot, etc), la canción recoge un tema universal y lo desarrolla magníficamente. Más allá de lo intratextual, la representación en el vídeo de La Rosa Salvaje por una Kylie Minogue que entonces aún no había vuelto a los escenarios con sus túnicas de PVC, resulta significativa. Su voz narrando en primera persona desde la ultratumba no cuestiona el suceso. Ambos personajes interpretan como inevitabe este sacrificio, y la sublimación del acto parece querer destilar la esencia femenina material (y por tanto impura) en un más allá eterno. Al igual que Ofelia en Hamlet, Kylie representa aquí el mito de la aniquilación de la belleza al consumarse, de cómo conservar a la amada eternamente incompleta.
Este tema pertenece a Murder Ballads, un disco cuyas canciones son narraciones sobre crímenes. El tema ayuda a su autor a encararse con la profusión de fábulas, a estructurar sucreación. El crimen, y en el general la muerte, es un aliciente integrador que a su vez se ve modificado. Las imágenes visuales de los vídeos potencian la plasticidad de ese mundo premoderno de Nick Cave.
Aunque curiosamente, en el concierto no llevaba escenografía.
Sólo unas bombillas, a lo bar de carretera.
Anexo 1. Nick Cave vs Win Wenders
Nick Cave aparece en El cielo sobre Berlín, me recuerda Ele. Algo de cuando el ángel se hace humano y entra en un bar a buscar a la chica. Nick Cave está cantando en el escenario. Me pregunto si tenemos esa película de Win Wenders, quizá esté en VHS. Me gustaría volver a verla. En las CEB participó alguien bajo el pseudónimo de Clarence, nombre de uno de esos ángeles de abrigo largo sentados sobre los tejados de Berlín.
Un hilo muy largo.
9 comentarios:
No sabes la envidia que me dás por haber estado en el concierto de este genio. (Sana, ehh)
Me encanta el vídeo de Where the Wild Roses Grow del que hablas y el Murder Ballads es una pasada.
Hablando de duetos con Cave, yo me quedo con el que hizo con Polly Jean en Henry Lee. Increible canción y pareja perfecta. Los adoro.
pareja perfecta, al ver los resultados (están separados), probablemente no. pero irresistible y magnética. me encanta el vídeo del que hablas. existe un dvd que incluye entrevistas entre los vídeos. nick comenta que a él ése le parece una mierda.
ése y todos.
tocó "into my arms".
también pude estar, de negro, en aquel pabellón, disgrutando de las malas semillas.
las historias narradas en "more news from nowhere" son absolutamente increibles. son dignas de leer.
pd.- un placer las "canciones en braille".
saludos sónicos
Como en el anexo se me cita y es algo parecido a lo de frotar la lámpara he decidido "manifestarme". Aunque me temo que no soy ninguno de los dos, Clarence es el angelote un poco plano de Qué bello es vivir de título igualmente empalagoso en inglés. Me siento más cerca de los abrigados ángeles de Wenders. Pero rastreando en los títulos de crédito de esta última peli, no encuentro ningún Clarence. Falló esta vez la intertextualidad. No hubiera estado mal.
Yo tengo la peli. Nos la dieron a todos al terminar el rodaje (aquí hay una incongruencia respecto a lo ya afirmado, pero es que el contacto reiterado con los humanos me causa estos efectos secundarios).
llevas toda la razón, clarence. mi cabeza de perro sobreinterpreta, hiperconecta. he confundido a los dos ángeles cinematográficos.
gracias y un abrazo
No conocia el album de Murder Ballards pero vamos, eso hay que remediarlo pero ya porque la cancion "Where the roses grow" es preciosa, tragica pero me encanta.
Un saludo,
Maria
blog.crisopeya.eu
qué pena no haberte podido ver.
yo levanté los brazos al bailar, por si acaso.
:-)
este puente me estuve leyendo tu libro, estoy deconstruyéndolo, retomando mis notas. tienes muchos niveles de lectura y un sistema simbólico muy rico. te contaré.
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