Letterpress.
Esa palabra te abrirá el corazón de cualquier diseñador. Hoy he recibido este poemario maravillosamente editado por Ediciones Pájaro. Cuelgo aquí el prólogo que escribí para el mismo:
OBJETOS PERDIDOS
Se dice que la mujer de Hopper, Josephine
Nivison, tras ser retratada en Summer in
the city (1949) anotó “Está en la naturaleza de los animales estar tristes
tras el amor”. Esta colección de versos breves para significados hondos habla
del aturdimiento y confusión del individuo tras la amistad o el amor, de la
eternidad de los instantes que parecen fugaces, como hablan los cuadros de
Hopper: “Pronto un sueño más profundo/ más doloroso que una embestida/ nos
atrapará a ambos/ y se quedarán las palabras ahí/ encendidas a lo lejos/
encendidas como se ven las autopistas/ desde un avión/ parpadeando a lo lejos/
nuestras palabras últimas.”
A través de una voz dividida en
cuatro autores ficticios Yago Ferreiro hila una narrativa de recuerdos: de la
sencillez de Atienza (“Debe ser una piscina ardiendo/este prólogo a la muerte.”)
a la ira posmodernista de H. W. de la Crew. Con una gradualidad en la
elaboración que suma paulatinamente referencias a películas y novelas propias
de la sentimentalidad del último cambio de siglo se trabaja un ambiente de
tensión propio de construcciones televisivas como Crímenes Imperfectos. Si Win
Wenders siempre ha reconocido su deuda con las imágenes de Hopper como
disparadores de historias, Yago Ferreiro usa el mismo trampolín de lo visual
hacia una epifanía de la normalidad, recreándose en el placer de la tristeza de
los espacios públicos decadentes. De ese “nadie importa a nadie” se desmarca la última de las cuatro
voces, H. W. de la Crew, crítico retrofuturista de tendencias en los años cero
despierto en 2046 (“En un último esfuerzo/ destinamos nuestros ahorros/ para
entrar en el mal llamado/ “Post-mod-post-after-pop-post-modernismo”./ Nos
compramos incluso/ los mejores trajes color Nutella del hipermercado”. Descrito
en el ambiente neónico de Wong Kar-Wai, este “autor secundario” usa el mismo
recurso que la película: retomar fragmentos visuales del pasado sumando algunos
motivos de ciencia ficción.
A través de la suma de las
repeticiones, de las referencias, se nos muestran los lugares y tiempos transitorios
y antidomésticos con los que, paradójicamente, nos vamos identificando con el
paso de los años. la voz de Atienza regresa al final del poemario para expresar
esa expectativa de la nostalgia“Me preguntas cómo se puede vivir así/ y qué
vendrá ahora/ y dónde estará ese hermoso vestido/ Pero sobre todo/ me preguntas
una y otra vez/ en qué nos convertiremos ahora.”
Sus versos nos acarrean a un
espacio importante para nosotros mismos, de quietud y tristeza, de gravedad y
autenticidad. El texto parece indicar que todos tenemos subjetividades
diferentes, y no todas se sienten igualmente como “nosotros”. Quizá la
respuesta más cercana a la realidad sea la expresión de nuestros fragmentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario